OCASO
Cae la tarde,como un silencio desordenado.
Escapa la luz, perezosa, jugueteando con las sombras y los brillos, facetándose en arco iris, ilusión de eterna belleza y, por ello ilusión de permanencia.
Los últimos pájaros se reúnen en bandadas de incontables miembros y oscurecen a su paso los rayos de sol que se demoran en desaparecer.
postreras cigüeñasregresan presurosas a sus atalayas, casi listas para una segunda camada de polluelos zanquilargos y chillones.
Despiertan algunos grillos, callan las chicharras, cierran sus corolas las flores de un día, y el ruiseñor inicia su concierto nocturno coreado de lejos por las ranas bullangueras.
Tímida, la luna pugna por asomarse al horizonte, y aparece ruborosa, porque el sol no terminó de marcharse.
Cae la tarde, algunos sueños comienzan a forjarse, otros muchos se convertirán en pesadilla en el transcurso de la noche.
Unos pocos tendrán un final feliz.
Beso, silencio y sonrisa esperanzada.
Chus.
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