HECHIZO AL OCASO
El ocaso decide que el silencio resulta en exceso abrumador.
Es un silencio plagado de extrañas incertidumbres, el aura del futuro se esparce, casi como espuma.
Escucho atentamente, pero sólo percibo quizás.
La plenitud se niega, una y otra vez, a manifestarse, todo resulta tan intangible que es peligroso concederle riguroso crédito.
Una vez más, el instinto me guía, pero como de costumbre, no se cual es la meta, ni siquiera estoy segura de que me guste cuando llegue, pero allá voy, contra viento y marea, sorteando dudas y disquisiciones, el final del camino lo conoceré cuando llegue a él.
Me muevo de nuevo, He suspirado por un poco de estabilidad, pero ¿la quiero de veras? tal vez mi vida sea esto, un cambio contínuo, un hechizo al ocaso, una búsqueda perpetua...
Beso silencio y sonrisa esperanzada.
CHUS
1 comentario
José Luis -
Sólo la vacilación de una vela reconforta el silencio que se detiene siguiendo el aroma, siguiendo el humo...
Quizá al hechizo le falte tiempo, o un beso, o un guiño o puede que simplemente una duda o un mimo...
Besos