SINFONÍA DE OTOÑO
Deslizándose sutilmente por el borde de la tarde,
saboreando hasta el último instante de existencia,
escapando como sin querer de la consciencia,
huye la luz del ocaso en un prodigioso alarde
de belleza, grávida de falsa inocencia,
dejando indeleble huella de su presencia,
es otoño, y en el ocaso ¡el cielo arde!
Las últimas golondrinas se fueron
ahítas de sol, plenas de estío,
saetas vivas huyendo del frío,
viajeras que siempre volvieron
con la llamada primaveral del rocío,
cuando desova el salmón en el río,
cuando los grillos su concierto dieron.
Otoño de ocre acuarela,
rojo pasión, gris desvaído,
otoño proclive al olvido,
cuando los niños llenan la escuela,
otoño de amor desapercibido
de sanguina vivaz o lápiz descolorido,
de uva procaz e imaginación que vuela.
Chus.
1 comentario
José Luis -