OZONO VERSUS CALENTAMIENTO.
Se estremecieron los brotes tiernos de las caléndulas,
temblaron confusas las yemas nuevas del viejo lilo,
murieron al anochecer las larvas de las libélulas,
nacieron al calor del día, a la madrrugada las heló el frío.
Anidan en árboles sin hojas, todavía con desnudez de invierno,
pajarillos engañados por el sol, cálido, primaveral, casi de estío,
desgranan sus notas en éxtasis divino, en maligno alterno
de días de luz y calor y noches de oscuro frío.
Dónde quedó la seguridad, incierta, del calendario,
hoy sólo queda la imprecisión de una estación diferente,
arincona tus sabidurías en el fondo de algún armario,
y mira, aunque con temor, lo que se avecina de frente.
2 comentarios
gobina -
Lo cierto ,es que quizá dentro de un tiempo ,ya no podremos decir eso de:
No hay primavera sin flores,
ni veranos sin calores,
ni otoños sin racimos,
ni inviernos sin nieves,ni frío...
Un besito
ojodefuego -
Precioso, de verdad.
Besitos