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MI PRINCIPITO

MI PRINCIPITO

Cuando tenía cinco años, un niño surgió del mar cabalgando sobre una ola coronada de espumay viento, en la mano derecha llevaba una caracola, en ella guardaba recuerdos del futuro repletos de sentimientos azules; en la mano izquierda llevaba un gorrión.

Al llegar a la playa depositó las dos cosas sobre la arena, se sento junto a ellas y se puso a contemplar su cuna de mar, permaneció absorto en su contemplación hasta que salió el sol, entonces, el niño se levantó, cogió sus cosas de nuevo y empezó a caminar por la playa, sin rumbo fijo; caminó por la arena durante tres primaveras.

Durante la primera primavera encontró a un hombre viejo, feo arrugado y solo, se acercó a él muy despacito, para no asustarlo con su piel de ángel, se cogió de su mano y caminó con él.

-Dime abuelo, ¿por qué estás solo?

-Pequeño, a mis hijos se los llevó la vida, que no fue la muerte quién me los quitó, marcharon lejos, a sudar el polvo de los caminos, a llorar entre sábanas sucias, al trabajo de cada día, lejos de mí; mi mujer se fue, aún no sé si al reino de las sombras o al de la luz, yo estoy aquí en la primavera de la playa esperando a que venga a buscarme, tiene que venir, me lo prometió.

El niño le miró a los ojos y le regaló una sonrisa, se soltó de su mano y besó sus mejillas arrugadas, después siguió su camino, la espera sería corta.

En la segunda primavera encontró a una niña pidiendo limosna al borde de un sendero, se acercó sonriendo y se sentó a su lado.

-Niña ¿qué haces aquí?

-Estoy esperando.

-Estás descalza ¿no tienes frío?

-No, la hierba es suave y me acaricia los pies, me gusta correr descalza y jugar en el arroyo.

-¿qué esperas?

-A que alguie me dé lo que quiero.

-Y ¿qué quieres?

-Un amigo, un corazoncito que me permita jugar con él, un alma libre que me deje libertad y al tiempo me amarre muy fuerte .

El niño extendió su mano con naturalidad y le regaló el gorrión. La niña rió como sólo los niños saben reir, dejó volar al pajarito y jugó con el corriendo entre la hierba y saltando en las lmpias aguas del arroyo; nunca más volvería la niña a sentarse al borde del sendero.

En la tercera primavera encontró un perro abandonado, era un perro muy grande y con los ojos muy tristes porque los niños le tiraban piedras.

-Perrito ¡no te vayas! ¡quiero ser tu amigo!, no tengas miedo, yo no te haré daño, tienes miedo por que los niños te pegan, pero los niños no son malos, lo que pasa es que tu eres tan grandote que les asustas, pero yo no tengo miedo y quiero ser tu amigo; mientras el niño hablaba, acariciaba la cabezota del animal que movía la cola entusiasmado y le lamía las manos.

Al final de las tres primaveras, el niño, junto a su nuevo amigo , inició el camino de vuelta.

Dejó la caracola en la playa para que la encontrasen unos enamorados el próximo amanecer.

Niño y perro se perdieron en el infinito de mi memoria, escalaron el arco iris y se mecieron entre las nubes que empujaban el viento del sur.

Nunca se les volvió a ver, pero cada tarde, al ponerse el sol, un viejo de ojos cansados mira hacia el mar y sus resecos labios se suavizan en una sonrisa.

Una niña pequeña acaricia cada día a un gorrioncito feliz.

Pasará el tiempo y un niño de cinco años amará por siempre a un perro grandote y sucio que ya no volverá a tener los ojos tristes...

Beso silencio y sonrisa.

Chus. 

2 comentarios

domi -

Increibles poemas.Como los de siempre.Te sugiero que los ilustres con tus dibujos.Y que ya es hora de publicarlos.

José Luis -

Una bonita historia, de tu principito...