MARIPOSA
Una mariposa se mece en la tarde de agosto,
frágil como plumón escapado del nido,
dulce y delicada como un trago fresco de mosto,
etérea y hermosa como un ángel perdido,
y una niña con mirada de terciopelo,
con sonrisa tímida de nereida discreta,
abre sus ojos como si vislumbrara el cielo,
y ríe feliz, con una felicidad íntima y secreta.
La niña se viste de encaje, de tul y de seda,
se pinta los ojos despacio, de negro sutil,
los labios tersos aún en periodo de veda,
y una falsa valentía completamente pueril;
la mariposa revolotea entre las flores,
la niña recorre todo el polícromo jardín,
con un alfiler y una cajita de colores,
a la mariposa sólo le queda un épico fin...
Silencio.
Chus.
4 comentarios
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Chus
pedro -
gracias...ansio pronto tu proximo poema
Gobina -
Saludos
ojodefuego -
Besos