¿QUÉ QUIERES?
El viento cambió,
como cambia a veces el sentido
cualquier corazón,
el dolor se escondió,
dejó paso al más cruel olvido
sin sentir emoción,
el tiempo pasó,
el sentimiento se dio por perdido,
no hubo compasión.
Y hoy, de repente,
sin tarjeta de visita, sin previo aviso,
va y le da por volver,
sentimiento demente,
siempre caprichoso, sin pedir permiso
vuelve a aparecer,
y, alma clemente,
le acoge feliz en su estúpido paraíso,
le aloja en su ser.
No quiero entenderlo,
¿para qué? si ya sé que es una sinrazón
imposible de erradicar,
tampoco quiero perderlo,
¿para qué? si yo sé que es una enajenación
que no puedo desterrar,
me conformaré con tenerlo
como el sonido de una dulce y hermosa canción
que me hace vibrar.
Tal vez el viento
cambie de dirección una vez más
de modo imprevisible,
tal vez el sentimiento
quiera dar otra vez marcha atrás
y lo considere inservible,
tal vez el momento
de bailar de nuevo a tu compás
sea hoy ineludible.
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